Otro escándalo en la Iglesia

En EE.UU, catorce sacerdotes investigados por abuso sexual a menores.

Después del tremendo destape provocado por el sacerdote gay español José Mantero al revelar su preferencia sexual, una vez más el nombre de la Iglesia Católica vuelve a hacer noticia, pero no precisamente por motivos piadosos. Vaya que la olla se destapó y el caldero está que arde o se chamusca. No podía ser de otro modo y hasta el Papa sacudió su báculo al enterarse de la investigación que la fiscalía de New Hampshire abrió hace un par de semanas contra 14 sacerdotes de aquel estado por presuntos actos de abuso sexual a menores cometidos en un período de 25 años. 

Recordemos que el abuso de menores significa cualquier forma intencional o maliciosa de causar daño en detrimento de la salud física, moral o mental de un niño. Precisamente para determinar si existen indicios contundentes que puedan conducir a demostrar la culpabilidad o inocencia de los 14 religiosos, el estado norteamericano sigue los pasos de las autoridades de Massachusetts que, tras las primeras pesquisas positivas, ya iniciaron juicios contra el grupo de curas. Los cuales, por su parte, no dieron declaraciones a la prensa permaneciendo en el más oscuro y absoluto hermetismo. 

La pregunta que nos hacemos es: ¿por qué se producirían estos casos al interior de la iglesia católica? La investigación efectuada por el español Pepe Rodríguez (licenciado en Ciencias de la Información, además de profesor universitario y psicólogo) para su polémico libro 'La vida sexual del clero' arroja luces respecto a tan delicado y espinoso tema. Allí el autor establece los hábitos afectivo-sexuales del clero católico dejando en claro que uno de las causas mayores se debe al sentimiento de crisis estructural y de falta de sentido vocacional que se instaló progresivamente entre los clérigos durante la segunda mitad del siglo veinte. Situación que se agravó aún más dentro de una sociedad de grandes libertades y una realidad oculta tras el peso del celibato. 

En sus nueve capítulos, Martínez dedica nueve de manera exclusiva a los sacerdotes que abusan sexualmente de menores. Aquí detalla las preferencias sexuales de los curas a partir de una muestra de 354 en activo que mantienen relaciones sexuales. Revelando las cifras que el 53% mantiene relaciones sexuales con mujeres adultas, 21% con varones adultos, el 14% con menores varones y el 12% con menores mujeres. Lo cual deja muy en claro que aunque domina la práctica heterosexual con adultos hay un 35% que lo hace con niños. Preocupante coyuntura que al menos en España, donde se realizó el estudio, cuestiona la veracidad de una institución que se niega a tomar nuevos aires.