CELULOIDE PINK: PLATA QUEMADA


País: Argentina

Año: 2000 
Director:  Marcelo Piñeyro 
Interpretada por:  Leonardo Sbaraglia, Eduardo Noriega, Pablo Echarri, Leticia Brédice, Ricardo Bartis, Dolores Fonzi, Carlos Joffe, Daniel Valenzuela, Héctor Alterio  

Buenos Aires, 1965. Angel y el Nene (Noriega y Sbaraglia) son "los Mellizos", una pareja de delincuentes profesionales y a la vez amantes. Tras un golpe que se complica por la muerte de dos policías, deben pasar a Uruguay y refugiarse mientras esperan unos papeles que les permitirán salir del país.

En la huída se les une "El cuervo" cómplice en el golpe fallido. En las horas interminables de tedio, la relación desesperada y tormentosa de los dos amantes estalla con toda su furia. "Plata Quemada" narra el avance hacia la nada de dos almas desgarradas por un mismo amor. Una relación en crisis marcada por la incomunicación y el dolor. Marcelo Piñeyro golpea al espectador mediante esta trama policíaca con tintes de odisea y con un marcado acento porteño. 

La tensión va in crescendo durante todo el filme hasta desembocar en un explosivo (y un tanto innecesario) final. El guión, sólido y consistente, es manejado con seguridad y elegancia por el director. Cada palabra que no se pronuncia equivale a innumerables sentimientos y dudas entre los dos protagonistas. Las interpretaciones tienen una intensidad casi dolorosa, no exenta de sensibilidad y matices. El resto de los actores no defraudan en absoluto (a destacar el magnífico Echarri, una presencia más que turbadora en escena), dando al filme una integridad a prueba de bombas.

Esta sensación se agudiza con una fotografía sobria y distante. En "Plata Quemada" no hay marcha atrás, tampoco hay lugar para el arrepentimiento. Sólo al final, al borde del abismo, los personajes tienen posibilidad de redención, hecho que se simboliza con la quema del dinero (la plata) como último recurso. También quisiera destacar el lugar importante que ocupa la banda sonora, a medio camino entre el tango más argentino, la canción italiana y el rock 'n' roll, apoyada sobre un gran score. La película de Piñeyro es como un poema de Blas de Otero: marcado por una amor casi más de hermandad que otra cosa, un amor de necesidad y lejanía a la vez. Nos traslada a un universo de pasión y dolor, demostrando que las relaciones humanas siempre estarán por encima de la plata (quemada o no). 

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